martes, 7 de junio de 2016

IX Regata de cruceros "Cullera-Oliva-Cullera"

Los días 21 y 22 de mayo se celebró en aguas de la costa levantina la regata costera Cullera-Oliva-Cullera. La excusa, la hermandad de dos clubes náuticos, el Club Náutico de Cullera, y el Club náutico de Oliva, para recorrer las 15 millas que los separan, en dos mangas, un fin de semana. Esta año tocaba la fácil para los del norte; el sábado recorrido desde Cullera a Oliva, y el domingo, vuelta desde Oliva a Cullera. Cena de hermandad el sábado por la noche en Oliva, y entrega de premios.
El sábado salió un día de viento sur, perfecto para hacer justo el recorrido contrario al que debíamos hacer, y comenzando con doce a quince nudos... y terminando con más de treinta... Una regata dura para los barcos lentos, bordo tras bordo acercándonos a nuestro destino, para completar las quince millas en más de cinco horas.
Viento y mar en contra, rociones por toda la cubierta; comenzamos la regata con todo el trapo, y a medida que se endurecían las condiciones, enrollando primero el génova y tomando finalmente los dos rizos a la mayor.
Lo mejor de la regata fue que al través de Gandía vinieron cuatro delfines a escoltarnos durante un momento...
Fotos no hay, que la tripulación reducida no da para fotógrafos, así que no hay documento gráfico de la visita. Después vimos un par de peces luna sacudiendo su aleta dorsal fuera del agua, son como perezosos del mar, moviéndose pausadamente. Parece que comienza la temporada de bichos en el Mediterráneo...
Después de la regata, y como el puerto de Oliva suele tener problemas de calado (que nos dijeron que no, pero con la mar que había no me atreví a meter el Entre dos azules ahí), nos fuimos a pasar la noche al puerto de Gandía, cinco millas al norte, con la mar y el viento a favor... ¡qué gozada!
En menos de una hora ya estábamos entrando a la bocana del puerto a vela, con el génova enrolladito y la mayor rizada a una banda. Y después del cansancio de las cinco horas de regata, vienen los despistes.
Santi y yo nos cambiamos apresuradamente de puesto, él es más rápido a la maniobra, y yo soy más precisa al timón. El barco a medio preparar, con el motor arrancado, pero aún navegando a vela, a buena velocidad, dentro del puerto. Santi se prepara para cazar la mayor, y yo viro para evitar la escollera... Error: Trasluchada salvaje, que lanza al tripulante de cabeza al winche de estribor. Por un momento, me quedo sin habla, Santi se incorpora rápidamente, y me mira, la brecha en su cabeza comienza a sangrar copiosamente. Me tranquiliza, no ha perdido el sentido, y podemos seguir la maniobra. De todos modos, llamo por radio al marinero, tengo un tripulante herido y necesito entrar ya, y a ser posible, que me faciliten la maniobra; por si la tengo que hacer sola.
Santi se apaña para bajar la vela mayor y aferrarla de cualquier manera, y entramos a la dársena del puerto a motor.
El marinero me hace señales desde el pantalán, la entrada al amarre es clara, y a estribor, la maniobra que le gusta al Puma. Entro despacito, y amarramos junto al X Tutatis, que ya está listo para ir de cena.
Cuando nos ve llegar, se ofrece para llevar a Santi al centro de salud, a que le cosan la cabeza, y no es para menos...
Al final, tres puntos adhesivos, una bolsa de hielo, y tema de conversación para toda la cena.
La vuelta del Domingo no la hicimos en regata, más por pereza que por otra cosa, que el tripulante estaba sano por la mañana, sin dolores de cabeza ni nada... Tendré que revisar el arraigo del winche, por si se ha roto algo...
Al través de Tavernes, en el recorrido de vuelta.
Salimos de Gandía a las once de la mañana, y antes de las cinco de la tarde llegábamos a Valencia, viento por la aleta todo el recorrido, que ayudado por el motor nos llevó a más de seis nudos por la costa, llegando a Valencia con unas rachas de poniente divertidas, que hicieron más interesante la maniobra de atraque en nuestro pantalán. Otra vez en casa, a descansar hasta la próxima: la Ruta del Gramantol.
El capitán parcheado y sonriente, al paso del faro de Cullera.

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