martes, 15 de noviembre de 2011

Primer tramo de vacaciones: Moraira - Playa de Tramuntana, Formentera

Vamos a contar cuentos ahora.
Érase una vez que se era, una pareja con muchas ganas de viajar por mar, y también ganas de probar si podían con un barco grande. De ahí, a alquilar un Dufour 40 durante unos días en Agosto, todo fué rodado. La semana anterior al bautismo, la pasaron viajando con gente experta, aprendiendo todo lo que hay que saber sobre un transporte largo, absorbiendo conocimiento como esponjitas de mar. Y llegó el día.
El barco, atracado en el puerto de Moraira, en perfecto estado de revista (revisado de nuevo), las últimas vituallas, y los partes meteorológicos que daban un panorama perfecto para cruzar a Formentera.
¿Nos atreveremos?
Nos atrevimos.
¡Todo listo mi capitán!
A las doce del mediodía del sábado 6 de agosto, el Pirata Dragut zarpó del puerto de Moraira rumbo a Formentera, con un viento fresco por estribor, que lo llevó todo el camino a unos buenos 7 - 8 nudos, ¡con dos rizos metidos!
La Capitán Pescadilla, concentrada al timón, no vaya a saltarse Formentera...
El barquito se portó estupendamente, todo hay que decirlo, y la tripulación de dos contó con la inestimable ayuda del chino de abordo (léase Piloto Automático, pero le apodamos "el chino", con todo nuestro cariño...).
Como el viento soplaba del sur, y según las previsiones, iba a seguir soplando sur al menos un par de días, el plan era llegar a Formentera, doblar Berbería y punta Rotja, y fondear el la playa de Tramuntana.
Atardecer en el Mediterráneo.
El viaje es largo, y no íbamos a llegar de día, así que nos preparamos para cualquier contingencia. ¿Fondear de noche? No creo que sea demasiado problema... Total, no hemos fondeado nunca... Si las cosas se tuercen, rumbo al este tres horas, para volver sobre nuestros pasos y llegar de nuevo a Tramuntana al amanecer.
El segundo rizo sobre la botavara del Pirata... las velas de un barco de regata son enooormes!
Finalmente, llegamos al fondeo a las dos de la mañana, tras un día intenso de navegación, y me voy a la proa a preparar la maniobra. El Pulpito a la caña, me va cantando la sonda, y preparo el ancla para fondear a 5 metros. El fondeo está repleto de barcos, es agosto en Formentera... Desde la proa tengo que gritar las indicaciones para que me oiga el caña (¡que son las dos de la mañana!), y encajamos el barco entre dos veleros, uno de ellos sin luces.
Calo el ancla a una profundidad de 5,4 metros, y suelto cadena hasta que me parece suficiente (las marcas no se ven de noche...).
Como no nos fiamos, dejamos todas las luces encendidas, el piloto con la alarma de garreo activada, las defensas puestas... en fin, que nos faltó envolver el barco en plástico de globitos...
El amanecer nos encontró perfectamente anclados en la playa de Tramuntana, un fondeo perfecto que no creo que pueda volver a repetir, en un entorno idílico... ¡qué vacaciones!
El Pirata Dragut, perfectamente fondeado en la playa, un atardecer de agosto...
Después de tantas emociones, pasamos el día entero en la playa, dándonos algún que otro chapuzón, bajando a la costa con la auxiliar, tomando el sol... Para el día siguiente la previsión daba viento del NE, pero hasta el amanecer del lunes, no hay que preocuparse.
Una terraza en Es Caló. El Pirata está por ahí, entre los barquitos.
Reponer fuerzas, descansar, sestear, y bucear bajo el barco (algo de bricolaje también tocó, que habíamos perdido medio ánodo de sacrificio, ¡justo en el fondeo!)
El lunes toca cruzar Es Freus para refugiarse en la cara sur de Ibiza, que cambia el viento.
(...continuará)

domingo, 6 de noviembre de 2011

Llegada a Montreal

Pues no podía ser en peor época para alguien a quien le gusta navegar... los barcos están todos en dique seco...
Pero todos-todos, de verdad:
Aspecto del Port-Vieux de Montreal, el 28 de octubre de 2011
Lo que ocurre es que en invierno todo esto se congela... y no mola que a tu barco lo escachufle un bloque de hielo tamaño río, ¿verdad? Así es que no se han dejado ni un dinghy...
En fin, que durante el invierno tendré que buscar algún hobby menos húmedo... ¿Caza de ardillas?
Un parque cualquiera, Montreal.
...Aquí lo voy a tener fácil.
Os seguiré contando... Un abrazo.