martes, 29 de octubre de 2013

Toulouse (otra vez)

Caracol está disfrutando de esta visita turística:

En la plaza del Capitolio, corazón de Toulouse, espantando a los transeúntes con su tamaño gigante.

Este edificio es la sede del ayuntamiento de Toulouse, y su construcción fue iniciada en 1190, con el objetivo de establecer una sede para el poder municipal.

La primera sede del Capitolio se encontraba en lo que es actualmente la Rue la Fayette, a la altura de La Poste. Posteriormente se fueron añadiendo construcciones nuevas y tirando otras, con lo que obtenemos un conjunto heterogéneo de edificios, donde el más antiguo que se conserva actualmente es la torre del Donjon, de 1525, antigua mazmorra y sede de los archivos municipales. Actualmente alberga también la oficina de turismo.

La fachada que se ve en la foto, detrás de Caracol, fue construida en 1750, por el arquitecto Guillaume Cammas, y está llena de simbolismo. Las ocho columnas de mármol que la adornan, representan los ocho primeros cónsules o capitolus, encargados en aquella época de dirigir cada uno de los ocho distritos en los que se dividía la ciudad. El objetivo de semejante obra era ocultar y armonizar el variopinto conjunto de edificios de que se componía la sede municipal.

Y aquí viene lo curioso. Una obra que se alarga tantos años en el tiempo, es normal que sufra ciertas vicisitudes políticas. Pues bien, para poder realizar la obra y la plaza anexa, se debió pedir permiso al rey Luis XIV, (sí, el Sol), que lo concedió bajo la condición de que la Place Royale incluyera una estatua ecuestre en su memoria. El pobre Roi Soleil murió de viejo en 1715, sin ver tan magna obra acabada.

El caso es que la plaza, además, se terminó en 1792, época convulsa donde las haya en la historia francesa, donde se llevaba cortar el pelo a la altura del cogote, y los reyes estaban mal vistos. Así que ni plaza real ni caballito de bronce; se quedó como plaza del Capitole, y alberga un caracol de lo más mono. ¿Qué os parece?

jueves, 24 de octubre de 2013

Cine: L'île de Black Mor

Un delicioso film de animación francés, realizado por Jean-François Laguionie, y estrenado en 2004.

Se trata de una película de animación tradicional, que cuenta la historia de Kid, un chaval que se escapa del orfanato donde está encerrado, en busca del tesoro de un pirata legendario: Black Mor. Es el tercer largometraje del productor, tras "Gwen et le Livre de sable" y "Le Château des singes".

En un orfanato que bien parece una cárcel, un joven sueña con las aventuras del pirata Black Mor, del cual un profesor les cuenta historias, de un viejo libro de piratería.

Finalmente escapa, y, con la ayuda de dos náufragos, Mac Gregor y La Ficelle, roban el velero de los guardacostas y parten a la aventura en compañía de un desertor, Taka, y del mono Jim.

Como en todas las películas de viajes, a lo largo del mismo, el personaje crece, madura y aprende que no todo es como lo espera, y que aquello en lo que tenía puesta su ilusión, no termina siendo lo que busca.

La demostración de que para contar una bella historia no hacen falta grandes medios, sino tener una bella historia que transmitir.

martes, 22 de octubre de 2013

...Y Juegos Gascones: Le Palet Gascon

Este último juego es el que exige más destreza de los juegos gascones que probé. También es el que más me gustó, más que nada porque en este conseguí puntuar. No sé por qué, siempre se me da mejor lo más difícil...

El juego se compone de un único bolo ligéramente cónico, de unos cinco centímetros de diámetro y treinta y cinco de altura, llamado "quilho". Sobre él se colocan tres monedas, o arandelas metálicas.

Los lances se realizan con un disco metálico con forma ligeramente alentejada, de unos diez centímetros de diámetro, con un peso máximo de 600 gramos, que se denomina palet.

Imagen obtenida del blog http://www.auboisdesludes.com/2011/02/01/palet-gascon/

Se lanza desde una distancia de diez, nueve o siete metros, según seas hombre, mujer o niño, y el objetivo es fácil: tumbar el quilho en dos intentos. La mecánica de la puntuación es aquí un poco más complicada.

Si las piezas metálicas al caer quedan más cerca del palet que del quilho, la puntuación es máxima: tres puntos. Si es al revés, un sólo punto, que se denomina puina.

Como cada jugador tiene dos lances, puede obtener un máximo de seis puntos por turno (después de un lance ganador, el quilho se coloca de nuevo con las monedas encima).

Si en el primer lance, el jugador consigue una puina, tiene dos opciones: pedir que se coloque de nuevo el quilho y lanzar, o intentar transformar el punto en tres; colocando el segundo palet más cerca de las monedas (o alejando el quilho). Estategia, amigos, estrategia...

jueves, 17 de octubre de 2013

Cine: Les Invincibles

La película de esta semana, con Gérard Depardieu a la cabeza del cartel.

El largometraje narra las desventuras de Momo (Atmen Kelif), que desde su vida de don nadie, acaricia el sueño de ser campeon de petanca.

Tras ingresar en el equipo nacional, comienza una suerte de viaje iniciático que le hace cuestionarse su escala de valores, la amistad, y el amor. La sociedad en la que se mueve queda retratada de manera un tanto cruel, como ignorante, retrógrada, machista y racista. Finalmente, y con la ayuda de sus verdaderos amigos, consigue dar una lección de integridad a todos aquellos que le menospreciaron.

Depardieu se parodia a sí mismo, en el papel de Jacky, veterano jugador de petanca que ha tocado fondo, como timador de poca monta, que utiliza las apuestas para ganar dinero, pero pierde todo lo demás. (Hilarante la escena de la oficina de inmigración en Argelia...)

Curiosas escenas de petanca, de los tópicos franceses, y de la vida de un inmigrante argelino que quiso cumplir su sueño y enderezó la vida de sus amigos.

A pesar de su aire costumbrista, y que no creo que se distribuya en un mercado internacional, es más que recomendable. Cuatro estrellitas.

lunes, 14 de octubre de 2013

Juegos gascones: Les quilles au Maillet

En el festival de juegos gascones probé otro juego, similar al que os comenté hace unos días. La mecánica es similar, se trata de derribar unos bolos, o quilles, por medio de un cilindro de madera, o maillet.

En este caso, la disposición del terreno de juego, y sobre todo el método de puntuación, varían un poco. Los bolos se disponen en una zona de tiro, denominada pité, en la que se traza una línea blanca paralela a la línea de tiro, y se colocan los seis bolos en dos filas de tres. Los tres de delante, que deben medir unos cincuenta centímetros de altura, se colocan a un metro de la línea blanca, espaciados treinta centímetros entre ellos. Justo detrás, a treinta centímetros, se coloca la segunda fila de tres bolos, éstos miden unos cincuenta y cinco centímetros.

La línea de tiro, a diez metros de la línea blanca para los hombres, nueve para las mujeres y siete para los niños.


El juego consiste en derribar cinco bolos - cinco -, por medio de un máximo de tres lanzamientos de maillet. Se juega en individual con tres maillets, o en equipos de tres tiradores, con un lanzamiento cada uno. Se puntúa únicamente si al final de los tres lances queda en pie uno, y sólo uno, de los bolos.

El lance debe realizarse de tal modo que el maillet caiga detrás de la línea blanca, así que hace falta un poco de fuerza, además de precisión. Complicadillo, ¿eh?

jueves, 10 de octubre de 2013

Cine: Eyjafjallajökull (El volcán)

He vuelto a ir al cine. Nunca he sido muy cinéfila, la verdad, pero confieso que el precio de las entradas me tenía un poco más alejada de las salas últimamente. Y es que pagar más de diez euros la entrada normalita (olvídate del 3D), con unas palomitas de maíz, por sentarte en una sala oscura a que te cuenten una historia que a lo mejor no te dice nada, me parece un poco jugársela. Prefiero salir a cenar.

Así que, salvo las de Pixar, Dreamworks, y las franquicias de Marvel, no veo nada más. Y ya es bastante.

Pero ahora que vivo en Colomiers, y tengo un cine de barrio a mano, con unas butacas razonablemente cómodas, y una oferta variada, me he puesto a gastar abonos, que a 4,20€ la película está bastante mejor... La pega (si tiene alguna), que ahora veo el cine en francés. Que tampoco está tan mal...

La película de la semana lleva por título el nombre de ese volcán islandés que en abril del 2010 sumió en el caos el tráfico aéreo de toda europa. Según la embajada islandesa, esto se pronuncia É-YA-FIAT-LA-YEU-KEUTL. Más o menos.

Y el argumento de esta road-movie (como no podía ser de otra manera), es el siguiente: Una pareja de divorciados que se odian hasta el aburrimiento (y he elegido la palabra a propósito), vuelan hacia Corfú (Grecia), para asistir a la boda de su única hija. Que tambien es capricho de la niña, invitar a los dos padres, que se odian a muerte, y querer casarse con el vestido de boda de la madre.

Cuando su vuelo se desvía y aterrizan en Munich, comienza la carrera por llevar el vestido de novia desde Alemania, por carretera, intentando engañarse el uno al otro continuamente.

Un poco cargante al principio, con una violencia gratuita entre los dos protagonistas que no es normal, el argumento da paso a unos pocos golpes graciosos, con algún momento tierno, como un espejismo que se despeja con otra pulla de la pareja. Es evidente la inspiración en "La guerra de los Rose", de Danny DeVito.

Vaticino el remake a la americana, porque el despliegue de medios para rodar por toda Europa lo merece; recorrido turístico por Alemania, Austria (donde destrozan un Porsche Panamera, así, por las buenas, ¡ay!), y Croacia, localización que se hace pasar por Eslovenia, Albania y Grecia. Persecuciones por carretera, robo de coches de policía, camionetas y hasta una avioneta (las imágenes aéreas de los bosques croatas son impagables), terminando en la detención de los protagonistas por los guardacostas griegos, que los toman por inmigrantes albaneses... En fin, que el argumento se sostiene con dos pinzas de tender la ropa, pero para pasar el rato, vale.

martes, 8 de octubre de 2013

Juegos gascones: Le Rampeau de l'Astarac

Este fin de semana he participado en un festival de juegos Gascones, donde he tenido la oportunidad de probar tres diferentes juegos de destreza de los de toda la vida (es decir, palos, piedras y puntería...)

El juego que os voy a explicar hoy, se denomina Rampeau, y se juega en la zona oeste del departamento de Gers, el Astarac, alrededor de Mirande. "Lo Rampeu" en occitano designa el juego, y la partida de desempate final del mismo.

El juego se compone de seis bolos o quilles de madera, dispuestos en forma de "T" y espaciados unos treinta centímetros entre ellos. Los tres bolos más pequeños se colocan paralelos a la línea de tiro, y los más grandes, en fila tras el bolo pequeño del centro.

La línea de tiro se traza a diez metros de la primera fila de bolos (para los hombres). Se traza otra línea a sólo nueve metros para las mujeres, y a siete para los niños. No olvidemos que este es un juego rural, en el que tradicionalmente han participado siempre hombres...

El objetivo del juego es derribar el mayor número de bolos por medio del lanzamiento de otra pieza de madera denominada maillet, un cilindro de unos siete centímetros de diámetro por treinta de longitud, que pesa unos 700 a 900 gramos.

La partida se juega en diez lances, lanzando cada jugador o equipo por turnos, y sumando un punto por bolo derribado. Después de cada lanzamiento, se recuperan los bolos en su posición original, y se lanza otra vez.

Es extraño lanzar otro bolo, pero cuando te acostumbras al peso y al efecto del maillet, ¡resulta hasta divertido!

jueves, 3 de octubre de 2013

Fauna de autopista

Al leer esto seguro que habéis pensado en erizos (planos), zorros, cuervos, y algún sapo.

¿Y qué pasa con la fauna que no vemos desde el coche? ¿Ésa de la que sólo nos acordamos a la hora de lavarlo?

Aquí está el resultado de 1500 Km de carretera un fin de semana de Septiembre...

¡Puagh!

La jornada internacional sin coches se celebró el pasado domingo 22 de Septiembre.

Si la hubiera cumplido, todos estos bichos estarían vivos. (Mi viaje fue ese fin de semana...)

¿Me culpo por incívica, o me felicito por contención de plagas?

Ahí queda eso. He de decir en mi descargo que no atropellé ningún erizo...

Hasta luego, que me voy a lavar el coche con una escoba de pelo duro.