Así que nos apuntamos a la regata tres puertos, disputada este fin de semana, 10 y 11 de Junio, entre Canet, Port Saplaya y Pobla Marina.
Sí, necesitamos un aliciente para navegar, y normalmente, regatear funciona...
El viernes 9 por la tarde, toca trasladar el barco a Canet. Tres horas y media de viaje, rumbo norte, y comenzando con el habitual tráfico de la bocana del puerto de Valencia.
Al salir tarde, después de trabajar, la travesía fue tranquila, con poco viento, y llegada con la puesta del sol a Canet. Amarrar en el muelle de levante, cenar en el restaurante del club, una duchita, y a dormir, que mañana toca travesía costera hasta Port Saplaya. (Más o menos retroceder hasta la mitad el camino que hemos hecho hoy)
Sábado por la mañana, tras el almuerzo y la reunión de patrones, toca salir al mar para realizar el procedimiento de salida a las 12:00. Poco a poco, todos los barcos dejamos los pantalanes y nos ponemos a dar vueltas frente a las costas de Canet.
El Tusitala, un Puma 34; como el nuestro, pero un poquito más naranja...
En el procedimiento de salida, los barcos van evolucionando, midiéndose y acercándose los unos a los otros... Hay que dejar claras las intenciones: ¡Izad la bandera!
Bonita foto del Entre dos azules con pinturas de guerra.
La primera manga del sábado, no nos salió muy bien; la salida fue un desastre, la subida hasta la boya de desmarque la hicimos a sotavento de todo el mundo, sin viento ni posibilidades; y nos acercamos demasiado al cargadero de mineral de Sagunto, lo que nos obligó a hacer un bordo extra para poder superarlo. Seis meses de sequía hacen que se oxiden las pocas habilidades regateras que teníamos adquiridas...Total, para cuando tomamos rumbo directo a Port Saplaya, la flota nos llevaba unas cinco millas de ventaja. Lo demás, lo de siempre: poco viento, barco pesado, casco sucio... Menos mal que no competimos para ganar... si no no podríamos con la frustración. Navegar, disfrutar del paisaje, beber cervecitas... y buscar la boya de Port Saplaya, para poder tomarla y dirigirnos a Pobla.
El puerto de Port Saplaya no tiene calado suficiente para que entren los veleros que compiten en esta clase de regatas, así que a pesar de organizar parte de ésta, no podemos disfrutar de su hospitalidad. Sólo pasar cerca a saludar, y seguir camino a Pobla Marina, donde termina la primera etapa.
Pero podían haberse currado una boya más grande... ¿no?
Misión cumplida, boya doblada, rumbo a Pobla Marina. Resultados de la primera prueba; Entre dos azules en el puesto 14 de 15 barcos.
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