miércoles, 22 de julio de 2015

Amarras nuevas.

Como ya os habéis leído la entrada de la cabuyería, no os voy a entretener más con detalles de cómo se trenza una gaza; os voy a presentar directamente mi último trabajo: Las amarras de puerto.
Teníamos el barco amarrado al muelle con un par de cabos que nos encontramos a bordo, probablemente viejas escotas roídas, que hacían bien su función, pero que no quedaban muy bien... una de cada color, y ya sabéis cómo me gusta que las cosas queden bonitas.
Las amarras, adujadas a la holandesa. (Con forma de ensaimada).
 Así que compramos veinte metros de cabo de poliéster negro trenzado, para hacer dos amarras de unos nueve metros cada una. (Un metro entero se va en la gaza).
¿Para qué queremos nueve metros de cabo para amarrar? Primero, para hacer dos hermosas ensaimadas en la cubierta, que cuando limpie el barco (otra vez), van a quedar preciosas.
Y después, para poder amarrar por seno, (también conocido como "a la contrabandista"), y poder salir del puerto llevándonos las amarras, sin necesidad de pedir ayuda o saltar a tierra para soltarlas.
Amarra por seno: la amarra va del barco a tierra y vuelve, toda la maniobra se trabaja a bordo.
De momento, hemos amarrado con la gaza en el noray del muelle, primero porque no tenemos planes de salir a corto plazo, y después, como este es nuestro puerto base, para salir a dar un paseo, podemos dejar las amarras en tierra.
Detalle de la gaza.
P.D.: Estoy poniendo en marcha una pequeña página con definiciones de marinés... sí esos palabros incomprensibles que suelto de vez en cuando... Habréis notado que hay palabras que llevan un enlace... que os lleva directamente a su definición. Por ahora es más que modesto... pero irá creciendo.

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