miércoles, 27 de abril de 2011

Relato de La Ruta Salera 2011 (III de IV)

Sábado, 23 de Abril de 2011
Vuelta a casa. Buscar un bar abierto en Calpe, un sábado a las nueve de la mañana es una empresa difícil. Llenamos el estómago, nos dopamos con pastillitas (las biodraminas corrían como el azúcar, visto el resultado de la travesía de ayer...) y partimos de nuevo al puerto, a soltar amarras. ¡Nos quedan diez horas de viaje, señores!
El Peñón de Ifach.
Dejamos Calpe, y rodeamos el peñón de nuevo para subir hacia Valencia. Nos entretuvimos buscando las pesquerías de los acantilados entre cabo La Nao y Jávea, aguantando el acoso de unos moteros macarras, y cuando doblamos el cabo de San Antonio (la flota de La Sal ya no estaba allí, para nuestra decepción), enfilamos rumbo directo a Valencia.
De pronto, vimos unas gaviotas pescando en nuestro camino. Chillaban y acosaban a los peces como locas. Pero había algo más... de pronto, un cuerpo brillante y ahusado saltó del agua. ¡Un atún! (o de la familia, para los puristas) Cruzamos el campo de batalla, las gaviotas pescaban por arriba, los atunes por abajo, y lo que fuera que hubiera en medio lo estaba pasando fatal. Nunca había visto a los atunes saltar como delfines, fué un espectáculo.
Test de agudeza visual: Adivine cuál de los atunes se está poniendo las botas.
Llamamos por radio al Pirata, que llevaban un curricán y una licencia de pesca a bordo, y les avisamos del banco. Pero al parecer ellos perdieron nuestra estela, o la cacería se movió de lugar, porque para cuando llegaron, no vieron ningún pez.
Pudimos ver más adelante unas gaviotas que habían encontrado un trozo de madera flotante a la deriva, y lo utilizaban de balsa, las muy cucas, para no mojarse las patitas... Y otro poco más tarde, otra cacería aérea con soporte submarino. Apenas se ve en las fotos, pero se puede adivinar un lomo erizado y una aleta plateada en las salpicaduras del mar.
El Pirata nos cruzó finalmente por la proa, lejos del alcance de las naranjas (debimos pensar en estibar un tirachinas grande) y se alejó en dirección a la costa. Finalmente, a vela, afrontamos el último tramo del viaje como una carrera a dos contra ellos (aunque nunca se enteraron).
...continuará...
 
Ruta de la Sal 2011, parte 3

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