Después del fin de semana cargadito de
navegación y emociones, toca decidir: ¿Volver a casa en coche, dejando el barco en Canet, para venir a recogerlo durante la semana? ¿Volver navegando la tarde del Domingo 3 de Julio para tener el barco en casa, y poder preparar tranquilamente las vacaciones?
El Entre dos azules amarrado junto a su primo hermano, el Nura, del Club Náutico de Burriana.
La primera opción nos obligaría a buscar transporte a casa, y durante la semana es muy posible que nos sea complicado volver a por el barco.
Decidido: después de la comida y la entrega de premios, recogemos todo y nos embarcamos de vuelta a Valencia.
El viento esta vez es más favorable, y nos permite navegar más de la mitad del recorrido a vela, a unos respetables cinco a seis nudos... hasta que la velocidad cae a tres.
Nos resistimos a encender el motor... no sube el viento...
Por lo menos probamos el piloto automático, que después de haber roto (y reparado) el carril de la correa, no lo habíamos puesto en marcha. Con ola y todo, se comportó, y nos trajo a casa, ronroneando suavemente en la rueda.
Pasando junto a la baliza de babor de la bocana del puerto de Valencia; donde solemos
esperar a que pasen los cargueros...
Después de una travesía tranquila, a las nueve de la noche entramos por la bocana del RCNV.
Pregunta de examen: ¿Qué indica la siguiente marca cardinal?
Cardinal sur del espigón del puerto de Valencia.
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