viernes, 15 de abril de 2016

X Regata de La Aurora, Cullera

2 de Abril de 2016. Nuevo sábado primero de mes, nueva regata en Cullera; esta vez con motivo de las fiestas, la X regata La Aurora en aguas de la bahía de Cullera.
Nos salió un precioso día primaveral, de cielo azul con unos pocos borreguitos, y un viento suave que fue alegrándose a lo largo de la mañana, dando vidilla a la regata.
La salida tuvo lugar como habitualmente, cerca de la Penyeta del Moro, un obstáculo natural en el centro de la bahía. Y como habitualmente también, había dos o tres palangres en el recorrido. La regata consistió en un recorrido costero hacia el Faro de Cullera, pasando hasta la playa del Dosel, y volviendo luego por el mismo camino.
La subida hacia la boya del faro, en un rumbo cómodo de un descuartelar, muy rápido para el Puma, nos permitió hacer proezas como adelantar al Sarantín II por sotavento y sin despeinarnos.
Las regatas en la bahía de Cullera tienen el aliciente del bonito paisaje que ofrece la montaña de Cullera y su entorno, que, aparte de hacer que el régimen de vientos sea caprichoso y cambiante... regala la vista al regatista y al paseante.
Bajando hacia la boya del Dosel, el rumbo no daba para spi, aunque algunos se empeñaron en sacarlo... rumbo a un largo; a unos 110º de la proa, abrir el genovón y arreglado. Otra vez en liza con el Sarantín II.
Recorrido de la X Regata La Aurora de Cullera, 5,06 millas ida y vuelta.
Como a la salida se hizo una melée interesante entre varios barcos de los rápidos, (alguno tuvo que penalizarse, dando una vuelta completa), eso nos dio cierta ventaja, que se reflejó en la clasificación: el Entre dos azules por delante de pepinos de regatas como el Slainte o el Llevant Blau Regata... ¡Inaudito!
(Aclaración; tiene truco. Nosotros sólo hicimos una vuelta al recorrido, la flota de Clase Regata tenía que volver a subir hasta el faro por segunda vez, para terminar recorriendo 8,58 millas)
El Slainte además salió a regatear a pesar de haber tenido problemas de motor (que no le arrancaba, vaya). Pero la flota de Cullera es muy solidaria, y encontró a alguien que le dio remolque. Aquí una imagen del remolque abarloado volviendo al amarre:
El Barbablu llevando al Slainte en su costado de estribor, para acercarlo suavemente al muelle. En el náutico de Cullera hay un gran espíritu de compañerismo, y el "tercer tiempo" se disfruta especialmente, ayudando a recoger velas, a pasar pertrechos de un barco a otro, preguntando a otros armadores cómo solucionan problemas a bordo... y yendo a comer al restaurante del náutico.
Un buen puchero para terminar el día... ¡Ñam!

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