domingo, 2 de agosto de 2015

La corrosión por pares galvánicos.

Uf, qué rollo, el título parece de alguna de las clases magistrales del pesado de Materiales de 3º de carrera...
Pero no, no os preocupéis, no os voy a soltar una chapa académica. (Al menos, no más que normalmente...). Advertencia: esta entrada contiene simplificaciones exageradas; si eres químico o técnico de materiales, tápate las orejas.
Lección número uno: Los metales se oxidan. (Ésta es fácil...)
Lección número dos: Algunos metales se oxidan más que otros.
Desarrollo: Aquí os puedo poner una chapa sobre procesos redox, pero la wikipedia lo explica mejor que yo, y no quiero escribir fórmulas.
La oxidación se produce cuando el metal cede electrones. En un entorno húmedo salino (conductor), los electrones corren que se las pelan, y como hay metales que se oxidan más que otros (véase lección número dos), hay metales que ceden más electrones, otros menos, y, si hay contacto entre ambos, ahí tenemos una corriente (efecto aprovechado ventajosamente en el interior de las baterías...).
Pero en construcción naval es nefasto tener dos metales con diferente par de oxidación montados juntos, porque el que tiene más facilidad para oxidarse, en el entorno salino del mar, lo hará a una velocidad vertiginosa...
Tomemos por ejemplo, una regala de aluminio.
Ahí, justo al costado de la cubierta, siguiendo todo el contorno del casco.
El aluminio no se oxida, ¿no? Hay barcos que están construidos enteramente de ese material, y no precisan los costosos recubrimientos protectores de los cascos de acero, ¿qué puede salir mal?
Montar junto a ella un candelero de acero inoxidable, en una zona que suele estar inundada de agua salada.
¿Veis como el perfil de aluminio está carcomido por el óxido?
Nunca es buena idea mezclar metales diferentes en entornos conductores, y siempre es mala idea acercarlos a acero inoxidable.
El acero inoxidable está protegido, paradójicamente, por una capa de óxido, pero de óxido de cromo, (mucho más resistente que el óxido de hierro, que, al ser soluble en agua, permite que el proceso de oxidación ataque al hierro hasta el final...)
El aluminio también está protegido por una capa de óxido, pero en la escala de índice anódico de los materiales, se encuentra por debajo del acero inoxidable pasivado, lo cual quiere decir que se oxida más fácilmente que éste último, y más rápidamente en presencia del mismo.
Otro problema que tiene el Puma 34, por cagada de diseño, es que el agua embarcada (al navegar escorados, o al baldear la cubierta), corre hacia popa por los dos costados, pero se estanca en la zona de las aletas, es decir, justo ahí atrás:
Que es donde está nuestro amigo el candelero de acero inoxidable merendándose a la regala de aluminio. ¡Ñam!

Dadas las fechas en las que estamos, dejaré el blog aparcado unos días por vacaciones... tengo que bricolear al máximo, y ver si puedo sacar el barco al mar algún día... Volveré con contenidos nuevos después de vacaciones. ¡Sed buenos!

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