Hoy hemos salido a entrenar con el barco del club, un Dufour 40 Performance. Un barco regatero, que navega bien, y corre todo lo que le deje la tripulación... cuando hay viento.
Estos días de anticiclón y calma chicha, no hay manera de navegar. Salimos una tripulación completa de siete, como me tocó a mí el puesto de patrón (jeje), organicé los puestos a bordo, salimos a navegar... y gastamos gasoil.
Incluso probamos a izar el spi. Pero el viento, que iba de uno a tres nudos, no conseguía hinchar el balón, por más que nos empeñamos.
Mar de fondo, con olas tendidas de algo más de un metro, viento entre cero y no, el barco se arrastraba a dos nudos con puntas de ¡tres con cinco! En fin, que paseamos por ahí, vimos a los cargueros fondeados frente al Puerto de Valencia, los que estaban descargados se balanceaban al ritmo de las olas (y no sabéis cómo se muve un bicho de ésos). Y de pronto ¡delfines!
Un montón de delfines, en varios grupos de seis o siete, rodeando el barco en todas direcciones... ¡Y yo sin cámara! Es como si lo supieran...
En fin, que tuvimos el momento emocionante en cubierta, mirando los delfines saltar y evolucionar alrededor del casco. Estuvieron un rato con nosotros, y luego se alejaron hacia la playa.
Volvimos al puerto, a tomar una cervecita al bar del Marinero, y hala, a casa, que ya hemos hecho el día por hoy.
Mañana, la previsión del tiempo es de viento del NE, cinco nudos... y las olas disminuyendo. Vamos, como hoy, pero en domingo.
Me mantengo en tu estela, y viendo el mar de fondo me figuro que os habreis meneado un poco. Espero que mañana haga un poco mas de viento
ResponderEliminarBueno, lo de los delfines, míralo positivamente: gracias a no tener cámara, puedes dedicarte en exclusiva a disfrutarlo, sin ponerte a pensar ni en fotos, ni encuadres, ni leches :-)
ResponderEliminarYo también he tenido aventurilla esta misma mañana:
¡He tenido un bautismo de Aire! Vale que volé a Canadá e Irlanda en 2005, pero esta mañana he despegado en un ultraligero carrozado (de aspecto de avioneta), de una pista de hierba, desde un campo de vuelo entre Sesma y Lodosa (Navarra). Algo tremendamente segundaguerramundialero :-D
Básicamente era como volar en una Fieseler Storch, pero en moderno, con asientos lado a lado y tren triciclo.
La sensación desde el despegue era casi como en los biplanos del simulador, estábamos en el aire en un momento y daba la impresión de una cometa con motor, parecía que subía más aprisa de lo que avanzaba. Pero esto era tremendamente subjetivo, la velocidad horizontal real era de unos 110 kmh y la del aire en contra de 140, el ritmo de ascensión, tremendo, gracias al fuerte viento de frente. En un voleo estuvimos a 1000 ft (330m.) sobre la altura del aeródromo.
En la parte negativa... ¡Me mareé! :-(
No demasiado, por fortuna, pero los meneíllos del viento racheado se acusaban, sólo hicimos un suave viraje. En fin, sí que se me puso mal cuerpo y estaba deseando llegar a la pista, la verdad. Además, debido al fuerte viento, debíamos dar la vuelta a la pista, para aterrizar cara al viento y con más velocidad de lo normal, para contar con sustentación suficiente en caso de un descenso brusco en la fuerza del viento.
Por eso mismo, aterrizamos cruzados, había pista de sobra para aterrizar, casi en sentido ancho de la misma. era impresionante la capacidad V/STOL del chisme, mi colega me dijo que para él había sido un aterrizaje bastante brusco y para mí, como la seda, aparte de estar aterrizados en un momento, desde luego. No me extraña que me dijera que si se paraba el motor, podía planear sin problemas a cualquier prado y aterrizar en él, o en cualquier tramo de pista forestal medianamente ancho.
De las fotos se ha encargao Kris, que os manda besos ;-)
¡Hey! Enhorabuena por tu bautismo aéreo, unos navegamos y otros voláis... (aunque con las olas de hoy teníamos la parte del mareo de los dos medios...)
ResponderEliminarA ver si vemos pronto las fotos, o un avance...