Ya estamos de vuelta...

Esta entrada debía haberse titulado "Del Jet-Lag y otros males". De hecho, la empecé a escribir en el avión de vuelta, cuando veía lo que se me venía encima. Saltar del huso horario de la costa oeste americana (UTC-8) a España (UTC+1) en doce horas de vuelo, supone que por cada tres horas en el aire, el reloj adelanta cuatro. Eso, no hay cuerpo que lo aguante.
Evidentemente, no la subí al blog a la vuelta, porque estuve una semana entera con el paso cambiado. Yo soy de las madrugadoras, y aquella semana no pude pegar ojo hasta las tres de la mañana, y ni con café me espabilaba por la mañana. Viajar es muy malo. Al menos, viajar tan rápido.


La costa este de Canadá, ultimo punto antes de dar el salto del charco (esto debe ser Newfoundland)

En fin, que este fin de semana ya hemos vuelto al barco, el sábado 20 salimos a dar un paseo con el Dufour, y aunque no hicimos la regata prevista en Cullera, desentumecimos un poco los músculos.
Benjamín, Vicent, Santi y yo salimos a pasear por ahí cerca, con el viento bastante remolón y un frente amenazando con mojarnos desde el oeste. Al final desistimos, y volvimos al puerto, donde la maniobra de atraque le salió redonda a Vicent. Unas cervecitas en el Marinero, y a casita a descansar.
Mañana viernes y el sábado tengo examen de Patrón de Yate, me quedaron Radiocomunicaciones y Legislación. ¡Deseadme suerte!